martes, 17 de enero de 2012

A MI MADRE

Quiero incorporar en este blog las palabras que escribí para mi madre en el día de su funeral y que leyó mi Tío Ignacio Molina ( sacerdote que presidía la ceremonia ).

 También os dejo un enlace donde podéis escucharlas ( en este caso grabadas por mí ).

 Gracias por todo Mamá.

http://www.goear.com/listen/3a380fb/a-mi-madre-el-chaman

  A MI MADRE


Hoy me detengo para contemplar el horizonte.
Siento la brisa del amanecer en mis mejillas.
El tiempo se detiene por un instante.
Soy un viajero que se detiene en el camino,
que cierra los ojos y abre el corazón,
que quiere dejarse ver con palabras
que sólo se pueden escribir
con ese mágico abecedario del alma.

Hoy quiero sentir mis raíces.
Porque uno no puede entender lo que fue, lo que es y lo que será
si no busca en ellas.
Ningún árbol brotó, si no lo hicieron primero sus raíces.
Y cuando miro hacia atrás,
cuando quiero comprender mi destino,
mi brújula siempre señala mi punto de partida,
ese punto de partida que siempre me lleva hasta ti.

Sí; si no fuera por ti, hoy no estaría aquí.
Si no fuera por ti, no podría haber tenido esta oportunidad de vivir.
Esta oportunidad que hace que mi mochila se llene
de momentos mágicos, de sentimientos,
de experiencias, a veces de dolor,
pero muchas, muchas, de amor.
Ese amor incondicional que tú siempre me regalas.
Ese amor que hace que me sienta parte tuya.
Ese amor gratuito que no me pide nada a cambio.
Ese amor al que yo no podré nunca corresponder
en la misma medida en que tú lo haces.
Ese amor fraguado en cada décima de fiebre de un resfriado,
en cada risa, en cada noche de pesadillas,
en cada comida, en cada paseo de domingo,
en cada cachete y en cada abrazo.

Dicen que uno nunca olvida su primer amor.
Y es verdad, porque el primer amor es el de una madre.
Tú fuiste y serás siempre la primera mujer a la que amé.
Casi sin darme cuenta, sin pretenderlo…
Pero poco a poco hiciste que este corazón fuera tuyo.
Este corazón que ya ha recorrido kilómetros de instantes vividos.
Que no puede entender el amor sin entender
como a él le quieren y le quisieron.
Y aunque este viajero es ya un pequeño hombre,
en el fondo sigue llevando un gran niño
que sigue necesitando tu cariño y tus besos.

Por eso, hoy quiero detener el tiempo,
para hacer este segundo sólo tuyo,
Para que sepas que te quise, te querré y te quiero.
En cada paso, en cada segundo,
en cada parada, en cada sendero,
siempre caminas conmigo
porque eres parte mía y de todo lo que quiero.

Y aunque sea con torpes palabras,
hoy desnudo mi corazón y mis sentimientos,
que no pueden compensar todo lo que te debo,
pero que es todo lo que soy y lo que tengo.
Porque todo lo que tengo es fruto de este testigo
que me entregas, que recibo y acepto.
El testigo de amar sin condiciones, sin recelos.

Cuando algún día la arena de mi reloj se acabe
y ya no haya caminos que recorrer para este viajero,
cerraré mis ojos y mi mochila irá repleta
de los que quise y me quisieron.
Y esa mochila que es el corazón irá repleta de mi gratitud,
de mi admiración y de mi amor.

Para ti, que me amas cada día sin condiciones...
Esta caricia al corazón, este abrazo con palabras
y este beso grande para la mujer que siempre amé, amo y amaré.
Para ti mamá de tu hijo.
Te quiero.

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